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Queriéndolos nosotros aprenden a quererse ellos

queriendolonosotrsExtraido de la newsletter de otoño de la Fundación O’Belén:

«Queremos compartir con todos vosotros los momentos de felicidad de las personas comprometidas con los niños y adolescentes en situación de desamparo o riesgo de exclusión. Esta carta que nos llegó de Justi y Carlos, familia de acogida que ha trabajado conjuntamente con la fundación O’Belén en los programas de acogimiento, es reflejo de que los menores, con apoyo, salen a delante con gran satisfacción para todos los que creemos en la importancia de la atención a la infancia y adolescencia en situaciones más desfavorecidas junto a sus adultos de referencia. Aquí tenéis las palabras de Justi y Carlos:

“A todo este gran colectivo, que somos las familias acogedoras, tenía ganas de contaros una bonita historia, algo que nos ha ocurrido y nos ha llenado de satisfacción. Somos abuelos de acogida, yo creo que es lo que nos faltaba ya, se nos cae la baba de tontos que estamos.

Nuestra niña, que acogimos cuando tenía 14 años nos ha dado una “nieta” preciosa. Julia llegó a casa, con su adolescencia dura, muy dura, llena de dolor, miedo y confusión. No fue fácil, pero ella luchó, aprendió a confiar y a quererse, creció y se convirtió en una mujer, que se reconcilió con su pasado y no dudó en vivir su presente con responsabilidad e ilusión con la maravillosa familia que ha formado.
A nosotros nos maravilla verla con sus 24 años, feliz con su marido y su hija, con su trabajo estable (el que siempre quiso hacer) y llena de planes y proyectos para el futuro.
Julia es una gran madre: ella tenía miedo, no sabía si sería capaz.” Bueno, le dije que eso nos pasa a todos cuando nos llega el primero”, y ahora nos reímos al recortarlo. No me canso de mirarla y ver cómo ha salido adelante, y como desde el cariño y el esfuerzo ha conseguido ser feliz y nosotros con ella.

Con esta pequeña historia quiero haceros participes a todos de nuestra felicidad, y haceros ver que tenemos que confiar en nuestros chicos, que es duro, pues sí. ¿Y qué no lo es hoy día? Pero dándoles cariño, apoyo y confianza, hace que saquen tantas cosas buenas que tienen dentro y que ni siquiera saben, porque nadie se lo ha dicho nunca. Queriéndolos nosotros aprenden a quererse ellos.

Desde aquí damos las gracias de nuevo al destino, o a lo que sea, por haberla conocido.”
Justi y Carlos»