Los centros están llenos de menores que serían idóneos candidatos para ser acogidos en familias, pero no hay familias disponibles. ¿Qué va a cambiar con la modificación de la ley?

El pasado 8 de julio, el Consejo de Ministros aprobó en primera lectura el anteproyecto de Ley de Actualización de la Legislación en materia de infancia.

Teresa Díaz, vicepresidenta de Familias para la Acogida comenta el anteproyecto

«¿Cómo no alegrarnos, desde una asociación de familias acogedoras, del nuevo proyecto de modificación de la ley de protección de los menores? Esta ley hace falta, mucha falta y era necesario que nuestros dirigentes prestaran atención al complejo y descoordinado ámbito de la protección de los menores. Parecía que el punto fuerte sería la tendencia al cierre de los centros de niños de menor edad. Pero…:

Es sabido que a día de hoy faltan familias de acogida. No es que lo digamos las asociaciones para darnos valor. Se puede leer en múltiples artículos científicos que han sido publicados. La ley, efectivamente es de agradecer porque a las familias que se aventuren les facilitará las cosas. Pero la pregunta principal sigue latente: ¿dónde están los que se animen? Hoy por hoy, la realidad de las cifras es que los centros están llenos de menores que serían idóneos candidatos para ser acogidos en familias pero no hay familias disponibles. Estas familias de acogida no crecen como los lirios en el campo: hay que buscarlas y cuidar a las que hay. Desde luego si no se buscan, no se encuentran. Si no hay familias para los niños del presente, ¿qué va a cambiar con la modificación de la ley? Insisto, la mejor política para que la modificación de la ley, que bienvenida sea, cambie algo, sería empezar a cuidar a las que hay (sobre este particular el listado de propuestas nos sale largo y muy concreto) para que repitan experiencia y la divulguen. Habría que apoyar a las asociaciones que difunden el bien que es la acogida, dar visibilidad social a lo que hacemos, facilitarnos megáfonos que permitan que el acogimiento familiar deje de ser una figura desconocida por la sociedad. Si no se trabaja en esto, la modificación de la ley podrá decretar lo que quiera, que nada cambiará, sobre todo si tenemos en cuenta que no se decreta el cierre de los centros sino solo que se favorezca la medida del acogimiento familiar sobre el residencial. De esto ya se ha hablado mucho en el pasado pero nunca ha llegado a hacerse efectivo en muchas Comunidades Autónomas.

La ley, ¿va a cambiar el mapa? Queremos la ley, claro que sí, pero queremos que la realidad cambie y para ello hay que trabajar con realismo: hay cosas que ya podrían estar cambiando, y no son cosas muy complicadas, que nadie se engañe. Trabajar por el acogimiento familiar es una tarea que no se termina en dos días: hay que ir creado una cultura, favoreciendo el tejido social que lo hace posible. Si preguntamos a las familias quizás no se sientan suficientemente apoyadas.».

Teresa Díaz Tártalo

Vicepresidenta de Familias para la Acogida y Directora del área de infancia y juventud del Instituto de la Familia de la Universidad S.Pablo CEU.